Preguntas frecuentes

1. ¿Por qué se hace este proyecto?

El presente proyecto ALTRINT se justifica por la problemática situación del drama de refugiados y exiliados políticos que se percibe en el día de hoy, pero que dio comienzo hace años atrás, desde la accesión a la independencia de los nuevos Estados, por la “No-Alternancia de Poder (NAP)” de los Gobiernos dictatoriales:

  1. Muchos de los gobiernos fueron revertidos por golpes de Estado; una y otra vez;
  2. Otros se quedaron hasta su muerte, mientras dejan como herederos a sus hijos;
  3. Algunos sucesores golpistas han podido consolidar sus tiranías, que llevan durante 20, 30 y 40 años de poder omnímodo – sin desarrollo ni democracia.

Estos gobiernos tiránicos etiquetados de “republicanos” y “democráticos” entre partidos y Estados, son los que crean guerras y pobreza.

Por la “No-Alternancia de poder” no cumplen con los principios constitucionales republicanos, sino que crea aparatos represivos contra la población y la democracia, mientras implementan mecanismos del empobrecimiento, el nepotismo y la corrupción.

Esta lucha política por la NAP comienza con los asesinatos, las represiones y los exilios políticos; los golpes de Estado, el debilitamiento de las instituciones democráticas, el empobrecimiento de la población, hasta las guerras civiles.

Los efectos secundarios de las estas tiranías son las silenciosas e interminables emigraciones, como consecuencia de la pobreza implementada, la aparición de los grupos armados y extremistas, el éxodo de refugiados, así como el terrorismo callejero internacional - la inseguridad.

La suma de estos efectos negativos y la demostración de fuerzas, pone en la cuerda floja los valores de respeto de la dignidad humana, los principios del respeto de los Derechos Humanos, la libertad, paz y democracia.

Esta problemática ha creado la crisis actual que está contagiando a todo el mundo, causada por las guerras de poder y la pobreza.

El otro lado de los problemas sin solución, están la masificación de los expedientes de solicitud de protección internacional, los centros de acogida y de internamientos o retención ineficientes, las agresiones internas, escapes y disturbios, etc.

La otra situación problemática que se tiene en la mano es la carga económica derivada de los gastos de socorro, atención, mantenimiento y cuidados de acogida de los refugiados e inmigrantes por parte de los terceros países.

La aparición de los grupos ultras, los miedos sociales por la inseguridad son otros elementos problemáticos que llevan a los desequilibrios de los valores humanos, la libertad, democracia, paz, o respeto de los derechos humanos.

2. Delimitación del problema.

Con el incesante flujo migratorio, terrorismo e inseguridad a nivel internacional, se corre el riesgo del colapso de todas las capacidades morales de acogida, así como las económicas, en cuanto que todo exceso perjudica.

Esto dejaría en merma los ya cultivados valores de libertad, democracia, respeto a la dignidad de la persona, los derechos humanos y la empatía, hasta llegar, finalmente, a crear una implosión social general o hecatombe mundial, si no se nada efectiva al respecto.

Resulta que de la “Omisión” de la alternancia de poder de los países en vía de desarrollo constituye la causa de conflictos, guerras, terrorismo y demás dramas que sufre el mundo, a día de hoy, por el principio de sistema cerrado.

Por consiguiente, en esta situación de crisis, la responsabilidad de las instituciones políticas y sociales y la solidaridad, que caracteriza a la esencia humana, como base de la confianza y de las relaciones entre las personas y los Pueblos, deben primarse para dar solución duradera a esta problemática situación internacional.

Por lo tanto, la solidaridad debe extenderse a la regularización de “la alternancia de poder” como derecho internacional de los pueblos, junto con la globalización económica, para aliviar a la humanidad de una posible catástrofe más generalizado.